Estado de naturaleza vs el Contrato social

 

¿Porqué no andamos corriendo por ahí tratando de asesinarnos unos a otros en este momento? Esa pregunta se la hacían todos los grandes pensadores durante el Siglo de las Luces. El mundo acababa de despertar de la Edad Media, y los más lúcidos seres humanos miraban a su alrededor y se preguntaban quién había apagado la quema de brujas y sobre todo, de que manera se podrían asegurar de que nadie volviera a encender las hogueras. 
Fue en ese momento cuando el filósofo Inglés Thomas Hobbes llegó con sus teorías. Describió una versión del mundo antes de la sociedad y las leyes, a lo que llamó estado natural. En este estado de Hobbes de la naturaleza todos luchan y se matan entre sí tratando de tener relaciones sexuales antes de que sus órganos reproductivos esten inutilizados.

Esta versión objetiva de la existencia en esa parte de la historia de la humanidad, podrá parecer decadente, pero fue la única vez en la existencia del ser humano, en la que todo el mundo era total y completamente libre. Sin leyes, todo el mundo tenía derecho a todo, ya ves por donde va la cosa verdad?   Para llegar desde esa versión de la existencia a la que todos estamos familiarizados, Hobbes especula en su teoría que las personas de alguna manera llegaron a un acuerdo, el cual él llama el contrato social, en otras palabras, renunciamos al derecho de matar al prójimo, tomar sus pertenencias y violar a su mujer, a cambio de otras cosas sencillas como la seguridad personal y la expectativa de que las personas debían seguir un código moral razonable.

Este proceso parece ser una conclusión inevitable para nosotros hoy en día, la vida mejoró cuando decidimos vivir juntos dentro de una sociedad. Pero si nos fijamos en las películas que vamos a ver cada año, empieza a parecer que secretamente lamentamos el infierno de la firma del contrato social y necesitamos volver al estado natural. Por ejemplo, cada película post apocalíptica, cualquiera de zombies o guerra, se lleva a cabo en el mas puro estado natural de Hobbes. El apocalipsis es sólo una excusa para destruir el contrato social antes que la película comience.

Un hilo común en las películas más populares de cada año mantiene obsesión con la cuestión de si el contrato social es necesario, o vale la pena.   

En The Avengers, después de reunir a un grupo de aficionados a la música en la calle y obligarlos a arrodillarse ante él, Loki da rienda suelta a la siguiente conferencia académica:
"Esto es la verdad tácita de humanidad, ustedes ansian la subyugación. El atractivo brillante de la libertad disminuye la alegría de su vida en una loca pelea por el poder. Usted fueron hechos para ser gobernados. Al final, siempre se arrodillarán."  

Bane en The Dark Knight Rises, así como el Joker antes que él, cree que el contrato social es una farsa. Bane elimina a las personas e instituciones que hacen cumplir el contrato social, y Gotham inmediatamente desciende a la altura de un motín en la cárcel en toda la ciudad. Esta se supone es una ciudad que está poblada principalmente por personas que fueron a la escuela y por personas que tienen puestos de trabajo por lo cual tienen acceso al raciocinio durante toda su vida, pero sin nada que represente o haga cumplir el contrato social, es hora de volver a la vida salvaje.

Uno de los antiguos prisioneros en la prisión subterránea lo dice: "Sin un poder común que los mantenga a todos con temor, están en una condición que se llama guerra, y una guerra, pone a todos los hombres, en contra de todos los hombres. " Eso es en realidad una cita directa de Hobbes, pero claro que no apareció resaltado en la película (lo que también dice mucho de la calidad del diálogo en esa película, desgraciadamente).  

Después está The Hunger Games, que explícitamente plantea la pregunta: "¿El contrato social vale la pena?" y añade que "Con la firma del contrato social, estan aceptando que usted o sus seres queridos pueden ser asesinados al azar para la diversión de los ricos". Esto parece una oposición total al contrato social mas que un argumento de película.

 Podemos ser buenos y ayudarnos unos a otros en nuestra vida cotidiana, pero apaga las luces de el cine y todo lo que queremos es deshacernos de la sociedad y sus reglas estúpidas, matando al imbécil del vecino, violando a su mujer y tomando sus cosas.